¿Quién nunca puso a lavar un buzo de lana en la lavadora por error? Creo que nadie… Y todos sabemos el resultado: la “versión mini”; un buzo pesado y apretado que no se puede volver a usar. Pero este “error” es, increíblemente, un punto disparador para la creación: la acción de la lavadora es la esencia, el método utilizado para hacer fieltro.
El fieltro es una técnica para tratar la lana que produce una tela no tejida de una firmeza inusual, resistente al agua y al viento. El resultante textil se conoce como “fieltro de lana” o “hervida”, según la región. Es relativamente fácil de hacer, y cuando se trabaja con materiales nobles se obtiene un tejido de fieltro de buena calidad que puede ser usado para una variedad de proyectos como bolsos, sombreros, carteras, chalecos o zapatillas; incluso, si es golpeado y moldeado en formas sólidas crear efectos tridimensionales increíbles. También se puede comprar en lugares de costura o tiendas de artesanía.
Un poco de historia…
El hombre ha hecho fieltro de lana durante siglos. Las excavaciones arqueológicas en Europa han descubierto prendas, zapatos y otros productos hechos en fieltro de buena calidad y teñidos en colores. El hecho de que el tejido haya sido capaz de soportar el paso del tiempo demuestra lo fuerte que un pedazo de tela de fieltro puede ser. Historiadores textiles sospechan que fieltro ha estado por más tiempo que el tejido, ya que es relativamente más fácil de hacer.
El proceso de hacer fieltro
Para convertir la lana en fieltro, esta es lavada y peinada para hacer que todas las fibras corran en la misma dirección. Luego la lana se pone en grandes ollas en capas. Después, agua jabonosa caliente se vierte y se agita suavemente. Cuando la lana se moja, los pequeñas cabellos individuales se abren, lo que hace que las hebras se entrelacen, formando una capa de material sólido. El calor, la presión, la humedad, y la fricción que participan en el proceso del fieltro crean una pieza sólida de tela a partir de las fibras individuales.
Hay diversas técnicas para elegir. Éstas varían según el procedimiento elegido, así como los productos y materiales en uso. Por ejemplo, una manera de agregar adornitos o detalles a un proyecto que está hecho en fieltro o tejido es a través de una aguja de fieltro, que permite combinar un nuevo pedazo de fieltro en el proyecto. No es un proceso difícil, pero tiene que hacerse con cuidado porque la aguja de fieltro es una fina pieza de acero templado, muy filosa y con púas diminutas. La teoría es que al empujar la aguja dentro de los dos trozos de fieltro, y al tirar para atrás de nuevo, hacen que las fibras de las piezas se entrelacen.
¡A ponerse a trabajar!
Trabajar con fieltro es muy divertido y permite hacer que objetos caseros se vean muy profesionales porque no se pueden ver los puntos individuales. Cada vez más se ve como la moda sigue incorporando esta técnica en sombreros, zapatos, bufandas, mantas, broches, adornos y todo tipo de accesorio personal y para tu casa. ¡No dejes de probar este proceso maravilloso para la lana!
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